lunes, 11 de diciembre de 2017

Recordando cuando el Pueblo Hondureño repudió la intromisión de EEUU y quemó el consulado gringo en Tegucigalpa

5 de abril de 1988: un pueblo hondureño furioso por la política gringa de convertir la tierra de Francisco Morazán a un cuartel militar por las guerras de los yankiees contra los pueblos hermanos nicaraguenses, salvadoreños y guatemaltecos explotó ese día y tuvo como resultado la quema del consulado norteamericano en Tegucigalpa. Los mismos sentimientos antiimperialistas se expresan hoy en Honduras por la intromisión norteamericana en las elecciones hondureñas. ¡"Cuidado, el catracho es bravo cuando se levanta"! dice Miriam.




Recordando cuando el Pueblo Hondureño repudió la intromisión de EEUU y quemó el consulado gringo en Tegucigalpa

Por Dick & Miriam Emanuelsson

“¿Qué dirían los medios si el embajador venezolano estuviera al lado David Matamoros (presidente del Tribunal Supremo Electoral) dando una entrevista en el TSE, como hacía la señora Heidi B. Fulton, de la embajada de EEUU?”
Manuel Zelaya Rosales en una rueda de prensa el 11 de diciembre de 2017.

TEGUCIGALPA / 2017-12-11 / Durante el domingo 10 de diciembre se movilizó el pueblo hondureño en todo el país en grandes manifestaciones. En la capital Tegucigalpa se realizó una megamarcha del Hospital Escuela Universitario a la embajada estadounidense donde Francisco Lanza y sus compatriotas advirtieron a los diplomáticos norteamericanos de no entrometerse en los asuntos internos de los hondureños, y sobre todo de “lavar el fraude monstruoso”, como resumió el coordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular, Juan Barahona.



Video-entrevista:

El Pueblo Hondureño advierte a “EEUU de reconocer el fraude


 


Desde hace más de cinco meses Honduras carece de embajador estadounidense en Honduras. No es que nos hace falta pero a pesar de eso el señor Donald Trump ya ha reconocido el actual presidente Juan Orlando Hernández como el ganador en las elecciones presidenciales. No importaba que los profesionales del derecho consideran la reelección contraria a la constitución hondureña y además, cuando ni siquiera el Tribunal Supremo Electoral de Honduras haya declarado JOH como nuevo presidente, todavía.

“Tanta mie-a que han sembrado en nuestro país”

Ayer, durante la marcha, la furia popular, tanto en contra lo que la oposición política hondureña considera un fraude electoral como la injerencia gringa en los asuntos internos, el pueblo eligió la Embajada estadounidense para “marcar territorio”, que “Honduras no seguirá ser una colonia o patio trasero cuando sea libre, tumbando al dictador JOH y dejarse manipular por los agentes de la CIA y de la USAID, que tanto daño ha hecho a la tierra de Lempira y de Morazán”, como decía una profesora, harta de “sumisión y subordinación gubernamental a la bota imperialista norteamericana”.

Y es que el sentimiento antiimperialista del pueblo hondureño está tomando color. Miles de “catrachos” querían expresarse ante nuestro micrófono y “decir al mundo que ya no vamos a ser manipulados por los matones que se encuentran adentro de ése edificio”. Y hacían señales hacia el edificio de la embajada. Sus árboles éste día fueron decorados con papel higiene para que “se limpiaran el cu-o, de tanta mie-a que han sembrado en nuestro país”, como decía otro manifestante.

Como fueran árboles de Navidad, pero sin bolas sino papel higiene. FOTO: MIRIAM EMANUELSSON.


Los militares asesinos de Berta capacitados en USA

No les ha sido fácil este año, para los diplomáticos gringos acreditados en Honduras. Varios de los militares encarcelados y denunciados por haber sido autores en el asesinato de Berta Cáceres fueron capacitados y preparados en academias militares estadounidenses. No importa que el entonces embajador James Nealon exigía el día de la muerte de la querida amiga y camarada Berta que “condenamos fuertemente este repudiable crimen. Los Estados Unidos de América hace un llamado por una pronta y exhaustiva investigación de este crimen y que se aplique todo el peso de la ley a los que resulten responsables”.

Y agregaba:

Seguimos el caso muy de cerca, yo estoy en contacto permanente con el fiscal general (Óscar Chinchilla) y con otras autoridades del país, como ustedes saben hemos brindado apoyo a la investigación, es una investigación hondureña”.

En la manifestación en la portada de la embajada estadounidense en Tegucigalpa el 10 de diciembre de 2017, advirtiendo a Trump de no equivocarse. . . FOTO: MIRIAM EMANUELSSON.


La hipocresía de los gringos es, como es sabido, sin límites. Si Nealon hubiera querido, habría podido apretar un poquitito al fiscal Chinchilla para que sacara los verdaderos autores intelectuales del asesinato que se encuentra en el sector de la Logia del Poder Fáctico de este país, como muy bien declaraba la ex coronel de la Policía Nacional, María Luisa Borja hace unas semanas.

Es más, el Poder Judicial, que es un ente, según sus detractores, totalmente bajo las ordenes de la Embajada expidió una orden de captura a Berta, acusada por la Fiscalía de obstruir el proyecto Aguasarca en Río Blanco. Cuando la entrevistamos en diciembre de 2013, se encontraba en la clandestinidad, porque los agentes de Chinchilla la estaban buscando por todos lados, sin que la embajada en esos 6-7 meses hiciera algo para detener esa orden de captura a esta heroína hondureña.



Una acción de Copinh en las afueras de la base militar estadounidense, la Palmerola. Berta dirigía la manifestación en contra la presencia militar estadounidense en Honduras. En la foto el ëjército y Policía Nacional ataca y hasta dispara con balas "vivas" a los integrantes del Copinh. FOTO: LUÍS MÉNDEZ.


La matanza de la DEA en Mosquitia

No les ha ido bien, como decíamos, a los gringos este año, porque, además, el mismo New York Times publicó en el mes de septiembre un video que describe cómo los agentes de la DEA, adscrito a la embajada de la señora Heidi B. Fulton en Tegucigalpa, disparaban una noche en el mes de mayo de 2012, en la región de Mosquitia como “Rambos Locos”. Porque desde los helicópteros Black&Hawk´s de la DEA, lograron el trofeo militar, dando de baja a dos mujeres misquitas embarazadas en el 5º y 6º mes, un chaval de 14 años y un muchacho de 21 años. Decían que eran “narcotraficantes”.

Y JOH, como presidente del Congreso Nacional, no decía nada. Uno de los diplomáticos gringos decía, cuando lo llamamos para obtener un comentario sobre la tragedia, que habían sido “los hondureños”, pese a que un agente de la fiscalía, una fuente anónima nuestra nos contaba las reglas que dicen que ningún agente hondureño puede disparar desde un Black&Hawk de la DEA, no importa que sea en terrotiro hondureño. Solo lo pueden hacer los militares estadounidenses. New York Times le dio razón a ese valiente policía hondureño y vergüenza al funcionario de la embajada.



La matanza en la Mosquitia, un hecho por los agentes de la DEA cyuos trofeos fueron dos mujeres embarazadas y un niño de 14 años y un muchacho de 21 años.


La quema del consulado estadounidense en Tegucigalpa 1988

Y ahora está el asunto de las elecciones donde, otra vez, los gringos han retado al catracho. Y el catracho es violento, dice Miriam, cuando le provoca. Y los gringos deben saberlo, o se olvidan tan rápido que el 5 de abril de 1988, estos bravos hondureños casi hicieron cenizas al consulado estadounidense en Tegucigalpa. Era durante la militarización de la sociedad hondureña, un resultado del entonces embajador John Dimitri Negroponte (1981-1984), cuando más que un diplomático gringo temblaba de miedo por la furia catracha.

Ese día, masas estudiantiles y trabajadores salieron de 4-5 distintos flancos de la capital hondureña para protestar en contra “la ocupación gringa de Honduras”, debido que el Pentágono había convertido la nación centroamericana en un Portoavión fijo, creando bases de la Contra nicaragüense, campos de entrenamiento para las fuerzas élites de genocida de El Salvador y Guatemala en sus luchas contraguerrilleras y la ocupación del valle fértil de Comayagua, donde construyeron los gringos la pista de aterrizaje más larga de Centroamérica, la Palmerola, una base militar que Berta Cáceres y Copinh confrontaban más que una vez, exigiendo que las tropas gringas en Honduras salieran una vez para siempre.

Eran aproximadamente a las 6.00 p.m. ese 5 de abril de 1988 cuando llegaron miles de estudiantes y trabajadores al consulado estadounidense en Tegucigalpa. A las 7.20 los militares que guardaban al consulado se retiraron por miedo de ser linchados por las masas furiosas y a las 8.00 p.m. comenzó a quemarse la grama del edificio. A las 8.20 comenzaron a arder los 20 vehículos en el parqueo del consulado. A las 9.15 comenzaron a arder las oficinas del primer y segundo piso del edificio. A las 9.45 llegaron las primeras unidades de bomberos, pero la masa de gente los detuvo, escribe el portal Honduras Laboral en un relato sobre cómo fue quemado el consulado de EEUU en Honduras ese día histórico.

Desde el último piso comenzaron a disparar los militares estadounidenses, matando, según los reportes, a cinco hondureños.

Uno de los 20 carros quemados en el consulado estadounidense la fatal noche del 5 de abril de 1988. Una amarga lección para el Imperio.



¡“Los gringos no tienen amigos, solo intereses”!

Hoy el consulado es un bunker, como todas las legaciones diplomáticas norteamericanas en el mundo. Ya parecen más edificaciones militares que puertas de “Bienvenido a los Estados Unidos de América”. O, como dice el dicho sobre el carácter del Poder norteamericano: ¡“Los gringos no tienen amigos, solo intereses”!

Y deberían pensar en esa historia, porque puede repetirse. Porque, como dice Miriam, “el hondureño es bravo y no piensa dos veces cuando se lanza”.

Pero creo que el hondureño hoy en día es bien consciente de su alrededor, quien es su amigo y enemigo, respectivamente.

O, como canta Rubén Blades; “La Vida te da sorpresa, sorpresa te da la vida. . . .”